viernes, 21 de enero de 2011

ROL DE LOS DOCENTES UNIVERSITARIOS EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

RESUMEN
El rol de la universidad debe ampliarse y adaptarse a los cambios tecnológicos que caracteriza al mundo globalizado. La universidad tiene ante sí una gran oportunidad para aprovechar estos avances tecnológicos y dirigirlas en pro de mejorar e innovar el proceso de enseñanza y aprendizaje. No debe rechazar ni estar ajeno a dichos cambios, por el contrario encontrar la forma en que esas nuevas tecnologías ayuden en la tarea fundamental de la universidad que es la búsqueda de la verdad y el desarrollo del conocimiento y la ciencia.
Como muy bien señala el Dr. Aljovín: “Hoy los cambios tecnológicos ejercen un particular efecto sobre las posibilidades de información…Ello exige que se dote a las universidades de todos estos instrumentos tecnológicos como medios para cumplir con sus objetivos, sin olvidar que son sólo eso: instrumentos y no fines en sí mismos”[1].
FUNCIONES DE LOS DOCENTES HOY
A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo...) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito.
Por ello, hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información (ver http://www.peremarques.net/actodid.htm).
Por otra parte, la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas que pueden darse, aconseja que los formadores aprovechen los múltiples recursos disponibles (que son muchos, especialmente si se utiliza el ciberespacio) para personalizar la acción docente, y trabajen en colaboración con otros colegas (superando el tradicional aislamiento, propiciado por la misma organización de las escuelas y la distribución del tiempo y del espacio) manteniendo una actitud investigadora en las aulas, compartiendo recursos (por ejemplo a través de las webs docentes), observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias (investigación-acción).
Cada vez se abre más paso su consideración como un mediador de los aprendizajes de los estudiantes, cuyos rasgos fundamentales son (Tebar, 2003):
·         Es un experto que domina los contenidos, planifica (pero es flexible).
·         Establece metas: perseverancia, hábitos de estudio, autoestima, metacognición...; siendo su principal objetivo que el mediado construya habilidades para lograr su plena autonomía.
·         Regula los aprendizajes, favorece y evalúa los progresos; su tarea principal es organizar el contexto en el que se ha de desarrollar el sujeto, facilitando su interacción con los materiales y el trabajo colaborativo.
·         Fomenta el logro de aprendizajes significativos, transferibles.
·         Fomenta la búsqueda de la novedad: curiosidad intelectual, originalidad. pensamiento convergente.
·         Potencia el sentimiento de capacidad: autoimagen, interés por alcanzar nuevas metas.
·         Enseña qué hacer, cómo, cuándo y por qué, ayuda a controlar la impulsividad
·         Comparte las experiencias de aprendizaje con los alumnos: discusión reflexiva, fomento de la empatía del grupo.
·         Atiende las diferencias individuales
·         Desarrolla en los alumnos actitudes positivas: valores...

COMPETENCIAS BÁSICAS EN TIC NECESARIAS PARA LOS DOCENTES
Las TIC se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa donde casi siempre tendrán una triple función: como instrumento facilitador los procesos de aprendizaje (fuente de información, canal de comunicación entre formadores y estudiantes, recurso didáctico...), como herramienta para el proceso de la información y como contenido implícito de aprendizaje (los estudiantes al utilizar las TIC aprenden sobre ellas, aumentando sus competencias digitales). Así, hoy en día los formadores necesitan utilizar las TIC en muchas de sus actividades profesionales habituales (ver http://www.peremarques.net/docentes.htm):
partir de estas consideraciones, que abarcan un amplio espectro de las actividades del formador, se comprende que para integrar y utilizar con eficiencia y eficacia las TIC el formador necesita una buena formación técnica sobre el manejo de estas herramientas tecnológicas y también una formación didáctica que le proporcione un "buen saber hacer pedagógico" con las TIC. Por las múltiples aplicaciones innovadoras que tiene en todos los ámbitos de nuestra sociedad, el conocimiento y aprovechamiento personal y profesional de los servicios que proporciona Internet constituye la parcela más relevante de las competencias en TIC que deben tener los formadores, sin olvidar el resto de las competencias básicas en TIC que necesita todo ciudadano y otras competencias TIC específicas de su campo profesional, muy especialmente la aplicación de estos instrumentos tecnológicos con fines didácticos para facilitar los aprendizajes de los estudiantes. En definitiva, y de acuerdo con diversos estudios realizados al respecto (Cabero, 1999; Majó y Marquès, 2002; Tejada, 1999), podemos resumir así las competencias en TIC que deben tener los docentes:
·         Tener una actitud positiva hacia las TIC, instrumento de nuestra cultura que conviene saber utilizar y aplicar en muchas actividades domésticas y laborales.
·         Conocer los usos de las TIC en el ámbito educativo.
·         Conocer el uso de las TIC en el campo de su área de conocimiento.
·         Utilizar con destreza las TIC en sus actividades: editor de textos, correo electrónico, navegación por Internet.
·         Adquirir el hábito de planificar el currículum integrando las TIC (como medio instrumental en el marco de las actividades propias de su área de conocimiento, como medio didáctico, como mediador para el desarrollo cognitivo)
·         Proponer actividades formativas a los alumnos que consideren el uso de TIC
·         Evaluar el uso de las TIC

LA FORMACIÓN DE LOS DOCENTES
La mejor manera de lograr esta nueva capacitación en TIC del profesorado que ya está en activo es promoviendo la adecuada formación desde el propio centro, incentivando el uso y la integración de las TIC a partir de la consideración de sus necesidades, orientada a la acción práctica (para que no se quede solo en teoría) y, por supuesto, facilitando los adecuados medios tecnológicos y un buen asesoramiento continuo. Por otra parte, esta cada vez más sentida necesidad de formación en TIC por parte del profesorado puede aprovecharse por parte de la administración educativa para promover la no siempre tan sentida, pero a veces igualmente necesaria, actualización didáctica. Un objetivo más difícil aún si cabe.
Hay que tener en cuenta que aún hay muchos docentes que ven con recelo e indiferencia el uso de estos recursos. El origen de estas actitudes negativas por parte de un sector de los docentes suele encontrarse en alguna de las siguientes circunstancias:
- Poco dominio de las TIC, debido a una falta de formación, lo que genera: temor, recelo, impotencia, ansiedad…
- Influencia de estereotipos sociales, por falta de conocimiento sobre las verdaderas aportaciones de las TIC y su importancia para toda la sociedad. Así algunos docentes se identifican con expresiones del tipo: "son caras, sofisticadas y no han demostrado su utilidad", "son una moda", "son otro invento para vender", etc.
- Reticencias sobre sus efectos educativos, por falta de conocimiento buenas prácticas educativas que aprovechen las ventajas que pueden comportar las TIC. De esta manera, y tal vez considerando solamente experiencias puedan conocer en las que se ha hecho un mal uso de estos materiales, algunos profesores creen que deshumanizan, no son útiles, no aportan casi nada importante, tienen efectos negativos, dificultan el trabajo educativo...
- Prejuicios laborales: creencia de que no compensan el tiempo necesario de preparación, temor a que sustituyan a los profesores, etc.
Por ello el profesorado debe ver la necesidad y la utilidad de las TIC en su quehacer docente e investigador, debe descubrir sus ventajas, debe sentirse apoyado en todo momento, porque si no lo ve necesario y factible ¿hasta que punto se le puede forzar a una actualización de competencias tecnológicas sin vulnerar sus derechos, su "libertad de cátedra"?

BIBLIOGRAFÍA
·         ALJOVÍN DE LOSADA, Cristóbal. edit.; Germaná Cavero, César. edit. La Universidad en el Perú. Lima: UNMSM, Fondo Editorial, 2002. SISBIB. Sistema de Bibliotecas.
·         MARQUÈS GRAELLS, Pere. Los docentes: funciones, roles, competencias necesarias, formación. Departamento de Pedagogía Aplicada. UAB. Facultad de Educación. 2008.
·         TÉBAR BELMONTE, Lorenzo. (2003) El perfil del profesor mediador. Madrid: Aula XXI/Santillana.
·         CABERO, J.; DUARTE, A.; BARROSO, J. (1999)."La formación y el perfeccionamiento del profesorado en nuevas tecnologías: retos hacia el futuro". En FERRÉS, Joan y MARQUÈS, Pere (Coord.)(1996-..). Comunicación Educativa y Nuevas Tecnologías. Pp. 36/21-36/32" Barcelona: Praxis.
·         TEJADA, José. (1999)."El formador ante las NTIC: nuevos roles y competencias profesionales". Comunicación y Pedagogía, 158.

ECON. ROBERTO ALFONSO UBILLA ANTICONA
MAESTRISTA EN DOCENCIA UNIVERSITARIA
GRUPO: SÁBADO
AULA: 504


[1]           Aljovín de Losada, Cristóbal. edit.; Germaná Cavero, César. edit. La Universidad en el Perú. Lima: UNMSM, Fondo Editorial, 2002. SISBIB. Sistema de Bibliotecas. Pág. 16.

1 comentario:

  1. Somos testigos de las grandes transformaciones que se están produciendo en el mundo, en todos los aspectos. Como educadores tenemos que tomar una actitud firme ante el nuevo escenario. El dilema planteado sería algo así como adaptarse o morir. El entorno está conformado por variables incontrolables así que el rol del docente debe consistir en orientar los nuevos instrumentos pedagógicos en aras de los fines nobles de la educación como es el de formar personas con valores que trasciendan el simple materialismo consumista que a veces trae aparejado el progreso. Aprovechemos las nuevas tecnologías como medios para una mejor educación. Este es el mensaje que impregna el artículo publicado.
    Econ. Roberto Ubilla

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